Lombriz roja californiana para el vermicompostaje.

 Para el reciclaje de la materia orgánica en casa el sistema ideal es el vermicompostaje, por la rapidez y limpieza del proceso, la diversidad y cantidad de residuos caseros que permite gestionar para crear el mejor abono, ya se liquido o en forma de mantillo.

El proceso es posible gracias a las lombrices rojas de California, que son muy voraces y se han adaptado a consumir una gran diversidad de restos orgánicos.

Cuando ingieren los restos de comida, los procesan en su sistema digestivo y los excretan, combirtiendolo en un producto conocido popularmente como humus de lombriz, un producto de altísima calidad como fertilizante.

Es un producto limpio porque los gusanos aceleran la mineralización de la materia orgánica y se desplazan por el material, lo airean y lo mantienen en condiciones aerobias.

El hecho de que todo el proceso se realice en presencia de oxígeno impide los malos olores típicos de la putrefacción. Además, comprar abono para las plantas ornamentales dejará de ser necesario, pues el vermicompost es un fertilizante natural que mejora el crecimiento de nuestras plantas.

Un vermicompostador de 53 litros de capacidad con una población completa de lombrices permite gestionar unos cuatro kilos de basura a la semana y obtener unos veinte quilos de fertilizante cada año, aparte del abono líquido.

En la vermicompostadora se pueden ir tirando restos de cocina como pieles de fruta y verduras, poso del café o pequeñas sobras del plato.

Vermicompostar (compostar con lombrices rojas) es reducir los residuos domésticos y al mismo tiempo participar en los ciclos de la vida, produciendo nuestro propio abono ecológico.

De todas las especies de lombrices, el gusano utilizado para llevar a cabo el proceso de vermicompostaje doméstico es Eisenia fetida, popularmente llamada lombriz roja californiana.

Se encuentra de modo natural sobretodo en las pilas de estiércol de los establos. Se trata de un anélido pequeño y rojo, que se reproduce muy rápidamente y tiene una gran voracidad que hace que pueda procesar grandes cantidades de materia orgánica.

Son un poco diferentes (más pequeños y necesitan más materia orgánica) que las lombrices de tierra comunes (Lumbricus terrestris).