El tomillo es una hierba utilizada para tratar afecciones en las vías respiratorias y actúa como antiséptico, expectorante y mucolítico, y se recomienda para tratar la tos, resfriados, gripe y catarro.
Combate problemas digestivos como gases o indigestión.
Elimina y expulsa las lombrices intestinales.
El aceite de tomillo se utiliza como bactericida en enjuagues bucales y linimentos.
También se aplica en el cuero cabelludo para tratar la calvicie y en las orejas para combatir infecciones bacterianas y micóticas.
Vitaminas y minerales:
El tomillo es una excelente fuente de vitamina C (75% del valor diario recomendado), vitamina A (27%), fibra (16%), hierro (27%), cobre y manganeso (24%), 11% cada uno en calcio y manganeso, y dosis de vitamina B6, fósforo, potasio y también zinc.
Una pequeña cucharadita de tomillo seco es capaz de ofrecernos 94.5 mg de calcio, 6.1 mg de hierro, 11 mg de magnesio, 41 mg de potasio, 10 mg de fósforo, y 0.3 mg de selenio con poder antioxidante.
Preparar té de tomillo:
Basta una cucharada sopera o unas ramitas de la planta por cada taza de agua. Se hierve de 1 a 3 minutos, se deja reposar y se filtra.
Plantado en el huerto:
El tomillo tiene acción preventiva y curativa en cultivos afectados especialmente por hongos y bacterias.
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